La Universitat Politècnica de València (UPV) acogió el pasado 26 de marzo la jornada “REDONA: Innovación y sostenibilidad frente al desperdicio alimentario”, un evento celebrado en recuerdo de Gloria Bigné, figura clave en la promoción de sistemas alimentarios más justos y sostenibles desde la Cátedra Tierra Ciudadana. Durante el acto, se presentó oficialmente en sociedad el proyecto REDONA, una plataforma de donaciones de alimentos que ya opera en Mercavalència y que conecta excedentes del sistema agroalimentario con entidades sociales como Casa Caridad, garantizando así una segunda vida a productos descartados por motivos comerciales, pero aptos para el consumo. El evento, celebrado en la Facultad de Administración y Dirección de Empresas, fue inaugurado por el catedrático Norat Roig, investigador principal del proyecto REDONA. La apertura incluyó una ponencia de Débora Domingo, Vicerrectora de Desarrollo Sostenible de los Campus, sobre la economía circular aplicada al entorno universitario. Uno de los momentos más emotivos fue el recuerdo a Gloria Bigné, destacada referente en la transición ecológica y coordinadora durante más de una década de la Cátedra Tierra Ciudadana, a cargo del profesor José María García Álvarez-Coque. La jornada continuó con una mesa redonda titulada “Soluciones innovadoras frente al desperdicio alimentario en los Mercas: El caso de REDONA en Mercavalència”, moderada por Norat Roig y en la que participaron Francesc J. Cervera (UPV), Ángeles Hernández (Mercavalència), Guadalupe Ferrer (Casa Caridad) y Lidia García (València Innovation Capital). Se debatieron los avances del proyecto, destacando el impacto positivo de REDONA en la ciudad y su potencial para extenderse a otros ámbitos del sistema alimentario local. El evento cerró con un espacio de reflexión y diálogo entre las entidades asistentes, reafirmando el compromiso colectivo con la reducción del desperdicio alimentario, la sostenibilidad urbana y la cohesión social en València. REDONA se consolida así como un proyecto estratégico para València, alineado con los objetivos climáticos de la ciudad y con un fuerte componente social, replicable en otros territorios que buscan reducir el desperdicio alimentario desde la innovación y la colaboración público-social.